VENTAJAS DE CONTRATAR LOS SERVICIOS DE UN ASESOR INMOBILIARIO PROFESIONAL

En México aún no tenemos una cultura arraigada en cuanto a la contratación de los servicios de un asesor inmobiliario profesional a la hora de rentar o comprar un inmueble, por ello un especialista de la materia nos explica las ventajas de ello.

Cuando llega el momento de evaluar si vale la pena invertir tiempo, dinero y esfuerzo en cambiar nuestra empresa a unas oficinas más modernas y eficientes surgen inevitablemente las siguientes preguntas:

  • ¿Realmente necesito ayuda de un asesor inmobiliario externo?
  • ¿Puedo ahorrar dinero evitando la comisión inmobiliaria?
  • ¿Puedo encomendar el proyecto a alguno de mis ejecutivos?

Ante estas interrogantes son muchos los factores que están en juego y no sólo el éxito del proyecto, pues cuando una empresa decide realizar el proceso de búsqueda, análisis y negociación sin la asesoría de un profesional se puede caer en el error de no considerar alternativas que no están a la vista en el mercado.

O peor aún, se pueden dejar de considerar esquemas creativos de negociación poco tradicionales, lo que resultaría en no capitalizar al máximo la oportunidad, pues bien dice el dicho: “Zapatero a tus zapatos”.

¿Por qué las principales empresas multinacionales contratan los servicios de un consultor inmobiliario profesional?

Al correr de los años las grandes corporaciones han constatado que al considerar la posibilidad de un cambio de oficinas, son múltiples los factores que se deben evaluar, más allá de las preferencias de ubicación, precio de renta y lo atractivo que puede parecer uno u otro edificio.

Por ello, pretender que alguno o varios ejecutivos dentro de la organización realicen el proceso de búsqueda suele ser poco rentable, además de tener el tiempo sumamente limitado por su agenda y labores habituales, suelen tener poca o nula experiencia inmobiliaria.

Y en el mejor de los casos resulta prácticamente imposible que éste bien intencionado colaborador esté actualizado en los últimos acontecimientos en el mercado, por lo que con frecuencia sufre momentos de estrés y de angustia buscando la manera de obtener información confiable y procurando comparar la misma de la manera más ordenada que la lógica le permita.

Así, contratar los servicios externos de un agentes profesional le ahorra a estas organizaciones tiempo, dinero y esfuerzo, pues los agentes profesionales no sólo viven con la información al día, sino que estos procesos deben iniciar con una planeación y programación adecuada, que permita realizar un plan maestro inmobiliario, cuya integración requiere de la participación de verdaderos expertos en diversas disciplinas para garantizar que el resultado se apegue cabalmente a los objetivos corporativos de corto, mediano y largo plazos.

Contar con un asesor inmobiliario profesional permite documentar con total transparencia el proceso de búsqueda, evaluación, selección y negociación del espacio, así como el impacto económico y operativo de cada decisión, ya que no debemos olvidar que, para bien o para mal, las decisiones inmobiliarias trascienden en el tiempo.

¿Las empresas mexicanas acostumbran contratar los servicios de especialistas inmobiliarios?

En nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las naciones más avanzadas, algunos empresarios todavía se resisten a la contratación en exclusiva de servicios inmobiliarios profesionales, y esto se debe principalmente a dos razones fundamentales:

  1. a) La falta de conocimiento de la calidad y el alcance de los trabajos realizados por empresas de consultoría profesional.
  2. b) A la creencia de que realizar la búsqueda de oficinas sin ayuda profesional les generará ahorros.

Sin embargo, afortunadamente cada vez son más las empresas y empresarios mexicanos que están cambiando de opinión, pues se ha logrado romper este paradigma, al constatar con resultados sorprendentes que son mucho más los beneficios y ahorros que se obtienen con la  participación y representación exclusiva de un experto en el proceso de búsqueda de oficinas que con el malentendido “ahorro” de la comisión inmobiliaria.